sábado, 7 de julio de 2007

Si tienen ganas...

Hace unos meses, escribí esto… y no me gustaba.
Me había olvidado de que lo escribí…
Lo encontré…
Estuve más conforme…

Júzguenlo ustedes…
(No se como titularlo...ya se, cuando lo lean... comenten, y al final pongan como les parece que se pueda llamar) empieza ahora... despues de esta frase, o sea... ya, abajo:

Ella estaba conectada en el mail; tenía cara ovalada; piel de aceituna; ojos de cocodrilo, labios de trompetista y cabello de peluche del ´87.
No era fea. Si, no era fea.
El estaba a su lado; un don nadie, típico muchacho que no se destaca en la multitud. Es la multitud, mejor dicho, recibe la perpetua membresía de ese clandestino club.
Su camisa cuadrillé gris sin abotonar, sus jeans desgarrados, sus borsegos negros y la forma en que movía graciosamente los labios, convirtió su cara en la de un Claudio.
El resplandor artificial de la pantalla, dejaba el rostro azul en ella; sus ojeras, producto de la sobre exposición al efecto lumínico que irradiaba la L.C.D.; la apodaron Enriqueta.

De gran, destreza en teclado y talla de sostén, Enriqueta, (Ella) había estado “charlando” por horas con un ex -novio. El código binario emitido por aquella criatura se traducía digitalmente en un: “volvamos, porfa!”

De grandes y sospechosas intenciones para con ella, Claudio (El) observaba con cautela de terceros la… subversiva, charla. Sus pupilas iban y volvían…deuse?

La lúgubre, pero chillona habitación delataba en la oscuridad del cubículo, las dieciocho cuarenta de un Sábado nobiembriano, veinticuatro coma trece esctopascales, temperatura… agradable; nublado y húmedo, sábado.

No estaban escuchando música “oficialmente” (en el cuarto) sino que, desde la vereda un mutante redoblante les informaba la presencia del “reggeaton” que los adorables vecinos “escuchaban”, no muy a bajo volumen, tal vez pensando que muchas de las familias del barrio no tenían radio y quizá estén con ansias por “escuchar” algo de “música”.

Música.

Enriqueta no armaba compases con la velocidad de su tecleo; pero Claudio, marcaba un intranquilo ritmo con sus pies nerviosos. Advirtió este, el no muy aparente desorden adolescente del cuarto de Enriqueta:
Claudio__En ves de una moto, no te vendría bien una topadora?__ Ríe… es decir, disimula su nerviosismo.
Enriqueta__ Ah, jaj, si… no mires el quilombo__ sigue tecleando despreocupada.
Claudio, en un intento más por llamar su atención__ Si, jaj, y que puedo mirar si el quilombo está por todas partes__
Y, nada, en una de esas, ella lo mira irónica y le dice:
__Si tan incómodo te sentís, la puerta de salida, creo que está… atrás de esa pila de ropa.

Sigue tecleando.

Una vez más Claudio intenta:
__Igual, me encantan tus quilombos.

(Teclea, insiste, indiferente)

Unos minutos después:
Enerriqueta__ ¿¡Qué te pensás que soy un reality Show!?
Claudio__ No, eh… jaj… o sea, tipo que quise decir que…tu personalidad alborotada… no, no me río de vos, boludita.

(Tecleo loco)

No muy en el fondo, ella (Enriqueta) sabía que el (Claudio) no estaba allí por amor al arte o a la cibernética:
(Pensando)__Está claro: tengo multicesión, y este no me pidió para abrir su correo… dos opciones, es un idiota, o… o, busca algo.__ Pura y clara lógica abstracta.

(Incesante tecleo)

Cuando Claudio se levantó, la silla, al arrastrarse, hizo un sonido molesto. Enriqueta seguía tecleando con un rostro deteriorado a los catorce.
__ Bueno che, me voy__ Mira, mentiroso el reloj, elonga la espalda, hace tiempo. Se rinde. Se va.
__Chau.
__Chau.




No se preocupen, el, encontró la puerta… y ella, una ventana que decía: “¿Experimenta lentitud en Internet?, CLIK AQUÍ, soluciones rápidas”






NO DORMI

Anoche eran las 11:25 de la noche y me echaron del ciber (a esa hora cierra). Cuando llegué a casa vine con la idea de “fabricar” resúmenes con bibliografías que sabía que había en la estantería de casa y que me servían para sacar algo de la biografía de Saer.
Imaginé que iba a ser un arduo trabajo de selección, estudio, y recopilación de datos.



A las 12:20 , ya tenía dieciséis libros “gigantes” en el piso, a un lada del escritorio.

Eran las 1:52 a.m., y me doy cuenta que lo único que me servía eran los libros con los que trabajamos en clase. Uno, o dos minutos después, caigo que las fuentes anteriores tienen una fecha de edición que no supera 1964 (te lo juro)… en ese entonces, Saer… digamos, que no estaba en su “apogeo”.

A las 2:40 a.m., termino de hacer el resumen de lo único provechoso. Apenas termino, me doy cuenta que todavía me quedaban las páginas Web que reservé con exclusividad de… “explotación” digamos. Inmediatamente aparecen en mi cabeza las palabras “cortar-pegar” “CD RENOVABLE”.

2:43 a.m., comienzo a leer los dos cuentos (“Al abrigo” y “El que llora”) de Saer que recomienda el libro que usamos en la escuela. A las 2:52 las termino (no se emocionen, son lecturas muy breves, pueden ser leídas en menos tiempo… no se si es el caso del cuento que elegí)

2:55 a.m., empiezo a desalojar mi cama, que estaba ocupada “ilegalmente” por bufandas, mochilas, pantalones fotocopias, folios (en fin, todo lo que te puedas imaginar, menos, un elefante africano)

2:58 a.m., me acuesto, no apago todavía el velador, porque viene a mi la frase “leer El Matadero de Esteban Echeverría, sin falta, sin protesta, sin reembolso, sin fines de lucro…eh, disculpen (ah, no me olvidé de poner la última (“) lo que pasa es que no se donde ponerla)
Momentos de pequeños desordenes mentales, y diminutos espasmos (pesé un ataque de pánico…no…se fueron…si, se fueron…aaaah se fueron). Apago el velador.




3:00 a.m. en la oscuridad, cerrar los ojos no me tranquiliza para nada (esto solo me pasó la 1ª vez que vi “El Exorcista”… y a la noche!). A las y media pasadita enciendo la luz… noooooooooo que terrible luz! Estoy ciega!... un momento…. Je, exageré. Cuando recobro la vista, lo primero que diviso… son mis dibujos pegados en la pared, están enfermos… un momento, me miran… si, si, me miran… parece que otros se suman, me siguen mirando… baasta, dejen de mirarme…basta…basta…bastaaaaaaaaa… Apago la luz.

4:30 a.m., enciendo la luz, el insomnio apuñala mi paranoia… obviamente, no puedo dormir. Empiezo a anotar esto. Recuerdo con detalles las horas y minutos (no, no soy obsesiva compulsiva… es la Literatura estúpido!)
Me duele la espalda. Me duele el insoportable sonido de los engranajes de mi reloj pulsera que cada vez son mas, mas, mas, mas…y más altos!
Definitiva y decididamente, la teoría de que la noche, de un día de semana, es para dormir se desvanece o se fusila junto con las neuronas de mi cerebro. No voy a dormir, voy a esperar que amanezca. Apago el velador.

7 de junio 5:25 a.m. (hoy llega el crédito a mi cel!)











(la imagen... responsabilidad de EMILIO MORENO http://www.cpandalucia.com/artmoreno/sale_gallery.htm)



Algo:


A mi no me pasa la situación…
La situación me pasa a mi…
La situación no me pasa a mi…
La situación pasa… SOBRE mi.
Me pisotea
Me aplasta.
Me machaca, me pasa por pan y huevo condimentado; me fríe; me sacude; me sirve acompañada por cornalitos… y por una gaseosa “cero azúcar”. Acecina un limón sobre mi…


Finalmente… me olvida …Es hora del postre
(Señora Diana: lo que me sucede con BLOGGER es que cuando creás un texto acá (o haces copiar pegar) al publicarlo, este, te lo descompagina... no salen con los espacios sugeridos ¬¬ todo el finde estube con bronca... poreque, ensima en internet no se consigue este cuento... lo tube que copiar en mi casa almacenarlo en el CD y bajarlo... laburo y medio!)

3 comentarios:

Laura dijo...

Eh..bueno que decir..
Sin palabras..pero..gracioso.
Advertí, un leve y reconocible pensamiento tuyo...en el personaje de Enrriqueta (en algunas cosas no mas).
Bueno, me encanta la forma de descripcion que le agregaste a este y otros mas (claro)
Y, bien "Maria Benedetti" chica, espero que le encuentres un titulo luego de los comentarios.
Ahora..me voy
Saludox!

Muri dijo...

alguien que pudo escribir algo asi no puede tener problemas para encontrar un titulo...
pero yo si. no puedo sugerirte nada, pero te aseguro que sin titulo, igual es buenisimo.
me sorprendes todos los dias...

Profe Diana dijo...

Merece una relectura.
La haré debidamente.
Saludos.